Los maquis anduvieron por la zona pero no bajaban a los pueblos. En la Aezcoa solían bajar a los pueblos y en más de una ocasión robaban alimentos en las casas. En Linzoáin hubo un tiroteo en junio. Habían venido dos señores de Francia con metralletas a matar a un hombre del pueblo. Decían que que aquel hombre les había echo alguna faena a los contrabandistas de Francia y que habían venido a matarle por un encargo.