Debajo de las fuesas solían estar enterrados los familiares fallecidos. En las fuesas ponían las velas. Al final de la misa el cura se ponía en el medio y las mujeres iban a pagarle el responso en un riguroso orden y luego pasaba por las fuesas a rezar. El Día de las Almas llevaban unos panes a la iglesia y bendecían.