Solían pasar contrabandistas por el pueblo. A la entrada del pueblo una vez los guardias pillaron unos paquetes de puntillas. Solían guardar los paquetes en el cementerio. También llevaban caballerías desde Urroz a Francia. A los contrabandistas les pagaban bien. El trigo vendían al estraperlo. Solían hacer trampas para entregar lo menos posible al Estado.