Cuando el cura no iba a Zunzarren iban hasta Oscariz y tenían una hora de camino para ir a misa. Iban todos los domingos a misa y un día entre semana. Siempre iban bien tapadas a la iglesia. Dentro de la iglesia los hombres se ponían arriba y las mujeres abajo. La misa era en latín y el cura daba la misa mirando al retablo.