La misa era en latín y el cura celebraba la misa mirando al retablo. En la iglesia, las mujeres se ponían atrás, los hombres adelante y los jóvenes en el coro. Cada familia tenía su fuesa. Después de la misa el cura rezaba los responsos y había preferencias según el poder de cada familia y según el dinero que echaba el cura echaba más o menos.