EULOGIO LIZARRAGA EUSA

A los dos o tres días de nacer se les bautizaba. Los padrinos eran los encargados de llevar a la criatura. Daban la misa, bautizaban y hacían una comida en casa. La madre permanecía una semana en la cama. No podían salir de casa sin que viniera el cura y le diera una bendición en la iglesia.