David conoció a dos sacristanes. Se rezaba el rosario casi todos los días, en Cuaresma se rezaba el rosario dos veces al día. El sacristán se ocupaba del rosario, de limpiar la iglesia, de encender las velas… Además la iglesia tenía unas tierras que trabajaba el sacristán y lo que sacaba era para él en compensación al trabajo que hacía.