Durante unos años hacían pan en casa y luego empezó a venir el panadero de Urroz. Les daban cien kilos de trigo y él les devolvía cien kilos de pan. El panadero tenía un molino y la panadería y él también se encargaba de repartir el pan con dos machos por los pueblos. Mateo recuerda como hacían el pan en casa, con harina sal y agua caliente. La levadura guardaban de la masada anterior.