Había dos lavabos al lado de la cocina y se solían asear allí, pero no se bañaban nunca. En verano solían ir al río. Las mujeres solían ir al lavadero a lavar la ropa, pero hacían la colada en casa con ceniza y agua caliente. El deposito se ponía encima de una piedra llamada txurrusta y de allí iba saliendo el agua.